Supongo que ya te habrás dado cuenta, pero no soy nada buena poniendo nombre a las cosas.
En los Sims, siempre escogía uno aleatorio, o irremediablemente todos mis ciudadanos acabarían llamándose con cuatro variantes del mismo.
Decidí el título de mi primera novela cuando tenía que ir a registrarla, y elegí el más obvio de cuantos podrían haber sido. Ya volveremos sobre ello más adelante, en alguna otra entrada.
Cuando me imagino a mi misma con mi futuro perro (algún dia, lejos de casapadres), soy incapaz de imaginar cómo llamaré a la criaturita.
¿Y por qué te cuento ésto? Puede que no te importe mucho, pero como sigues aquí, te lo explico. Intento aclarar el por qué de "La Gofrera Nihilista".
El caso es que el domingo me hice un desayuno delicioso. Pero que muy, muy, rico. Y me apetece difundirlo, además de asegurarme de que apunto la receta para que no se me olvide. Eran unos gofres, y yo amo a mi gofrera.
En cuanto al nihilismo, la verdad es que soy una chica bastante ceniza y dramática. No espero que el futuro tenga nada para mi (ni para nadie). Mi gofrera es como yo. Ella solo hace gofres, no cree en Dios ni en el Destino.
La pregunta no es por qué tuve que juntar los gofres con el nihilismo, sino, ¿por qué no?
¿De qué voy a hablar en La Gofrera Nihilista? Pues de cualquier cosa que me interese. Mis temas favoritos son dibujo, escritura, lectura y, cómo no, comida. Tal vez un día una reseña de un libro, otro una foto de algún dibujo mío. Seguramente escriba alguna vez para quejarme de cosas. No espero que las actualizaciones vayan a ser muy frecuentes, pero tampoco lo descarto. Lo iremos descubriendo juntos.
¿Habrá recetas? Por supuesto, pero no solo eso. Además, este no será un blog de cocina cuqui. Soy una fotógrafa atroz, aunque le ponga muchas ganas.
¿Y dónde están esos maravillosos gofres?
Aquí mismo los tienes, esperando que los repliques en casa.
En resumen, te doy la bienvenida a mi gofrera, tu gofrera, la gofrera de la gente. La Gofrera Nihilista.
Enerio.