domingo, 31 de enero de 2016

Cookies energéticas y blanditas.


Sé que la pinta no es gran cosa, ¡te prometo que son deliciosas!

Me encantan las cookies, pero las de verdad. ¿Qué es eso de llamar cookies a un mazacote duro y seco solo porque lleve pepitas de chocolate? Y no, no me vengas con que cookie es un anglicismo, que por qué no uso la palabra galleta, que mimimimi mememememe. Una cookie es una galleta, sí, pero igual que no todos los bizcochos son una tarta, no todas las galletas son cookies. Las cookies son un pedacito de cielo, no me lo compares. Son blanditas, jugosas, con una miga gruesa que se espizca sin soltar polvo. Y, por supuesto, con pepitas de chocolate. Por eso me da rabia infinita cuando pago 2 € por una galleta que quiere ser cookie pero no llega a la C. Y por eso, no hay mejores cookies que las que haces en casa.


Tengo mi receta favorita, por supuesto, y puede que algún día la publique traducida en el blog. Ya veremos. Te puedo asegurar que la chica del blog no exagera si las llama las mejores cookies. Lo que le da el sabor tan especial y único a esa receta es que lleva montones de mantequilla, montones de azúcar blanco, y aún más azucar moreno. BUM. Adiós a todos los objetivos dietético-nutricionistas del día, de la semana y hasta del mes. Que por una vez no pasa nada, pero mejor reservarlas para ocasiones especiales.Ya sabes, esas en las que te autohomenajeas por ser tú.

El caso es que soy una catacaldos de manual, y si hay algo que pueda hacer para inventar una receta que me recuerde al fruto de mis desvelos, pero menos calórica, ahí que me voy. En ésto que vi este video, una receta de cookies de quinoa y avena. Y se me encendió la bombilla.

Pasos para que Enerio se invente una receta:

1) Inspiración. Que normalmente se da cuando me acabo de despertar de la siesta del sábado, tengo agujetas a morir por culpa del gimnasio, y me pongo a ver en bucle videos de recetas de mujeres que son mejores que yo en prácticamente todo.

2) ¿Qué hay en el frigo y la despensa? Necesito plátanos, pero no tengo porque los congelé todos para hacer batidos. Bueno, la calabaza me encanta. No queda mantequilla de cacahuete, servirá el tajini.

3) Mamá, no lo tires. "Hija, voy a tirar estas ciruelas pasas, que están secas y duras como piedras". De eso nada, madre. Trae pa'cá, que las dejo en remojo unas horillas y tenemos endulzante para mis cookies.

4) A ver qué sale. Y a eso vamos.

Por si acaso, hice la receta con la mitad de las cantidades que decía la muchacha del video, que la quinoa es cara y no estamos para tirar. Te recomiendo que uses las medidas que digo yo, por si no te gustaran. Si las pruebas y te entusiasman, adelante, duplica o triplica.

Necesitas:
-1 taza* de quinoa ya cocinada.
-2/3 taza* de avena.
-1/3 taza* de puré de calabaza casero.
-1 puñadito de ciruelas pasas remojadas.
-1 tbs* de sirope de ágave.
-1/2 tbs* de tajini. 
-Canela al gusto (prescindible).
-Pepitas de chocolate.

Pasos:
Enciende el horno a 180º y prepara una bandeja de horno con un tapete de silicona o una hoja de papel de horno. Mezcla en un bol la quinoa, la avena y la canela. En un recipiente apto para batidora, coloca las ciruelas pasas escurridas y el puré de calabaza, y bátelo bien hasta que no queden grumos. Ahora junta todos los ingredientes menos las pepitas de chocolate y remuévelo bien con una espátula. Cuando esté completamente integrado, añade las pepitas de chocolate.

Forma las bolitas con una cuchara y colócalas en la bandeja. Hornea durante unos 15 minutos o hasta que estén doraditas. ¿A que no era difícil?

Cuando me invento recetas, siempre tengo miedo de crear un monstruo incomible. Mi chico siempre me recordará aquellas hamburguesas en que me pasé de canela. Pero, por suerte, no ha sido el caso. Estas cookies están muy ricas. Son jugosas y blanditas, además de saciantes y llenas de energía. Me parecen un snack excelente para media mañana o para antes del gimnasio. Ahora, ni se te ocurra pegarte un atracón o puede que te pases el día metido en el baño. Yo solo aviso.

Y ahora, ampliemos la Eneriopedia.

-¿Tazas? ¿Tbs? Wat? Para esta receta utilicé tazas y cucharas medidoras americanas. Tbs significa Tablespoon, pero no lo he traducido por cucharada porque la cucharada clásica de las recetas españolas es bastante más pequeña. Mi consejo es que os hagáis con un set de cucharas medidoras. Para según que recetas, vienen genial. Te quitas de pesar ingredientes. Si no tienes, supongo que puedes buscar equivalencias en la red, pero de verdad que se encuentran muy baratas y les sacas mucho partido.

-Quinoa de mis amores. Se la conoce como super comida, está llena de vitaminas y minerales y también solía costar un ojo de la cara. Ahora puedes encontrarla en Mercadona, a un precio bastante razonable. No es un cereal, así que es 100% libre de gluten y tiene un alto contenido de proteínas. ¿Puedes sustiturla en esta receta? Pues no lo creo. Imaginación al poder, pero en realidad no se me ocurre qué otro ingrediente podría darnos un resultado parecido.

Yo cocino la quinoa en el microondas, en una vaporera de silicona, lavándola bien antes. Lleva una parte y un poco más de agua por cada parte de quinoa, y un pellizco de sal. Tarda en cocinarse unos 12-15 minutos. Yo suelo dejarla al dente, pero para esta receta es mejor pasarse un poco y que quede blandita. Si no, en el horno se secará y quedarán bolitas duras en medio de tus galletas.

-Para hacer el puré de calabaza, simplemente coloco los trozos en una vaporera de microondas y lo pongo a potencia alta hasta que está blandita. Es mi manera favorita, porque cocerla en agua conlleva una pérdida importante de sabor y nutrientes. Después dejo que escurra un poco encima de un trapo o papel de cocina y, por último, la paso por la batidora.

-Si no te gusta el sabor de las ciruelas pasas (aunque no se nota mucho en esta receta), siempre puedes sutituirlas por dátiles. Si las que vas a usar no están secas y duras como las mías, no es necesario que las remojes.

-El sirope de ágave se puede cambiar por sirope de arce o miel, pero cuenta con que éstos son más calóricos por una cantidad similar.

-El tajini es una pasta obtenida de las semillas de sésamo. Tiene un sabor parecido a los frutos secos pero es apto para alérgicos a éstos. La usé porque era lo único que tenía por casa, pero puedes sustiturla por mantequilla de cacahuete, de almendras, de avellanas... Lo que tengas más a mano.

-Puedes prescindir de las pepitas de chocolate, no dejaré de hablarte por ello, pero puede que deje de considerarte como una amistad.

-Una cosa genial de estas cookies es que puedes congelarlas. Envuelve una o dos galletas en film transparente y guárdalas en el congelador. Cuando quieras comerlas, solo tienes que sacarlas con un par de horas de antelación, o meterlas unos segundos en el microondas. Si yo me las llevo al trabajo como aperitivo de media mañana, lo que hago es meterlas congeladas en el bolso y para la hora del almuerzo ya están listas. 

Cuando juntas unas cookies ridículamente poco fotogénicas y una fotógrafa desastrosa.
Y eso es todo. Si las haces en casa, ¡no dudes en mandarme foto!

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