Eres escritora, aún no lo sabes, y deberías tenerlo en cuenta.
Empezaste a serlo cuando no levantabas dos palmos del suelo y todavía te costaba pronunciar "shiocolate" (¿quién inventó la "ch" y por qué era tan difícil de decir?), pero ya imaginabas un mundo de dragones y princesas del que tú eras habitante y soberana.
También lo fuiste cuando le robaste a tu hermano su alfombra con una ciudad dibujada y le pusiste nombre a cada barrio, y cuando diseñaste el guión de una historia digna de la mejor de las telenovelas.
Eras muy pequeña para ser escritora, ¿no?